Dedicamos una atención muy especial a esta materia por su gran importancia clínica. Los problemas de piel afectan a todos los animales en algún momento de su vida y además pueden tener orígenes muy variados.
Van desde los clásicos parásitos externos, como pulgas o garrapatas, hasta problemas hormonales como el hipotiroidismo, pasando por procesos autoinmunes, infecciones bacterianas, hongos, o enfermedades sistémicas como la temida leishmaniosis.