¿Qué puedo hacer? ¿Espero que me lo regalen? ¿Voy a una protectora? ¿Escojo una raza? ¿Cuál? ¿Hay alguna mejor para los niños??? Son varias las preguntas a la hora de adoptar un perro y muchas mas las respuestas posibles, pero antes de todo empecemos por nosotros mismos ¿estamos preparados para tener animales?
Empezaremos por conocer las cinco libertades de los animales aprobadas por todos los organismos internacionales de bienestar animal, para ver si cumplimos los requisitos para tener animales:
1.- Estar libres de sed y hambre.
2.- Estar libres de incomodidad
3.- Estar libres de dolor, lesiones y enfermedad
4.- libertad de expresar un comportamiento normal para su especie.
5.- Estar libres de miedo y angustia.
Aunque parezcan muy lógicas y asumibles, realmente estas condiciones son bastante exigentes, vamos a aplicarlas al perro para ver en que nos compromete.
1:- el perro es un carnívoro, así que requiere una dieta rica en carne, con el coste que eso conlleva. La mayoría de los piensos comerciales (baratos) utilizan subproductos (LO QUE LOS HUMANOS NO QUEREMOS) con una calidad y propiedades nutricionales muy alejadas de la carne. Lo del agua es más fácil y económico.
2.- una zona de descanso, protegida del frio y de las inclemencias del tiempo también parece asequible.
3.- para que estén libres de dolor, lesiones y enfermedad tendremos que acudir a un veterinario cuando lo necesiten y seguir sus consejos y tratamientos. Esto además de exigir tiempo y dedicación conlleva costes, bien directos, o bien a través de un seguro que nos cubra.
4.- en el comportamiento social del perro están la conducta exploratoria, el juego y las interacciones con otros miembros de la especie. Esto exige paseos varias veces al día, incluso aunque vivan en chalets con parcela. No es solo una cuestión de ejercicio físico, es un cuestión mental, cambio de actividad y enriquecimiento ambiental.
5.- esta es la parte que más nos toca: como miembros mas antiguos y referentes del grupo esperan de nosotros que los protejamos, los guiemos y por supuesto que no los atemoricemos. Muchos métodos de educación, arraigados durante años, y basados en la imposición, dan como resultados perros con miedos y desvinculados de sus “supuestos” cuidadores.
En resumen, si podemos comprar un buen pienso, protegerlos del tiempo, llevarlos al veterinario cuando lo necesiten, dedicar tiempo a pasearlos y educarlos de forma positiva, entonces y solo entonces deberíamos adoptar un perro. ¿no es tan sencillo verdad? Claro que no, adoptar un perro es una gran responsabilidad y debería ser una decisión meditada y sensata. En realidad casi todas las familias son capaces de asumir esto, el único requisito es que el perro ocupe uno de los primeros puestos en nuestras prioridades, y si es así el resto de esfuerzos vendrán solos.
Un saludo y hasta la próxima.
Juan Argüelles, Veterinario Etólogo, Diploma ESVPS en Comportamiento Animal.